Los cambios físicos en la menopausia pueden afectar significativamente al bienestar y calidad de vida de la mujer.
En Menopausia en Forma, sabemos los desafíos a los que se enfrentan las mujeres durante la menopausia, y entendemos que los cambios físicos que se sufren durante esta etapa muchas veces resultan duros de afrontar.
Estos cambios físicos en la menopausia están provocados por la caída de dos hormonas: la progesterona y los estrógenos. No obstante, lo primero que hay que tener claro es que estos cambios físicos no son sinónimo de vejez si no de transición. Además, es importante entender que la menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer.
La importancia de entender los cambios físicos en la menopausia
Los cambios físicos en la menopausia son aquellos que afectan directamente al cuerpo de la mujer. Estos cambios pueden manifestarse de diversas formas y pueden variar de una mujer a otra.
La disminución de estrógenos y progesterona pueden provocar incluso caída del cabello, sequedad en la piel y disminución de colágeno.
Igualmente, provocan que el metabolismo sea más lento y que haya una resistencia a la insulina, provocando también una redistribución del tejido adiposo hacia la zona abdominal.
Sin duda la menopausia es un momento de importantes cambios en la vida de la mujer. En esta etapa se suelen entremezclar los síntomas físicos con los síntomas psicológicos. Dado que los cambios físicos en la menopausia pueden acarrear otros problemas a nivel psicológico como inseguridad, miedo, desconfianza, sentimientos de inferioridad, etc.
¿Cuáles son los cambios físicos en la menopausia?
Es crucial comprender cómo afectan estos cambios físicos en la menopausia al cuerpo de la mujer. Ya que esto puede ayudar a tomar medidas preventivas y a gestionar los síntomas de manera efectiva.
Muchas mujeres experimentan síntomas incómodos durante la menopausia, pero entender que estos son parte de un proceso natural puede ayudar a manejar mejor la situación.
Cambios en el peso
El aumento de peso es algo de suma preocupación durante la menopausia. Lo normal es que las calorías que se gastan a diario para realizar el metabolismo basal, corresponde aproximadamente al 75 por ciento de las ingeridas. Pero, cuando a una mujer le llega su menopausia, el metabolismo basal se pone más lento. Es decir, haciendo la misma actividad que antes, la cantidad de calorías gastadas por el organismo disminuye. Por esa razón, si no se lleva una dieta o se aumenta de la actividad física se puede ganar peso.
Además, otro de los cambios físicos en la menopausia es el aumento de la acumulación de grasa en la zona abdominal, acompañado de una caída en la zona de los glúteos.
Los genitales también se resienten
El aparato genital es una zona muy rica en receptores de estrógenos y con el cese de éstos esa área se resiente. Esto se traduce en atrofia general de la zona, sequedad vaginal y aumento de las infecciones urinarias.
Además, estas molestias pueden resultar en una actividad sexual dolorosa, orinar más frecuente por la noche, propensión a las infecciones y en incontinencia urinaria.
El pelo puede no ser el mismo
Algunas mujeres después de los cuarenta años comiencen a notar que el pelo se les cae más de lo normal. Además, debemos añadir que se produce la salida de vellos en la zona de los bigotes o la barbilla en la cara. Todo esto es provocado por un desbalance en los niveles hormonales. Ya que al disminuir la producción de estrógenos, tiende a subir la de andrógenos que es la hormona masculina.
Las manchas y arrugas
La aparición de manchas y arrugas son características de la etapa del climaterio. Esto es debido a que la piel es muy sensible a la carencia de estrógeno y provoca la pérdida de colágeno, que mantiene la elasticidad de la piel.
Sin duda, la piel es la carta de presentación de una mujer y ciertos cambios en ella pueden influir en la salud mental de algunas mujeres.
Cómo afectan los cambios físicos en la menopausia a las relaciones familiares
La menopausia marca un momento complejo en la vida de la mujer, donde a menudo se enfrenta a sentimientos de subestimación y el inicio de una percepción de envejecimiento. Este período marca el cese de la capacidad reproductiva, lo que algunas mujeres interpretan como el inicio de una etapa de declive.
Como con cualquier transición, la menopausia requiere un período de adaptación y comprensión. Esto implica no solo que la mujer comprenda y acepte estos cambios, sino también que su pareja y su familia estén dispuestos a brindar apoyo. A pesar de los desafíos, la menopausia también puede traer consigo aspectos positivos, como una reducción de las responsabilidades familiares y la eliminación del temor a un embarazo no deseado.
Es importante adoptar una perspectiva optimista y encontrar el lado positivo de esta nueva etapa de la vida. Al hacerlo, estos cambios pueden ser más fácilmente aceptados y manejados tanto a nivel individual como dentro del contexto familiar y de pareja.
Es importante que la pareja entienda que los cambios físicos en la menopausia pueden tener un impacto significativo en la salud general de la mujer. Además, es fundamental conocer cómo pueden afectar a diferentes aspectos de su bienestar. Por ejemplo, la disminución de los niveles de estrógeno puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y osteoporosis. Igualmente, los sofocos nocturnos pueden afectar la calidad del sueño, lo que a su vez puede tener un impacto en la salud emocional.
Cómo pueden afectar a la vida cotidiana
Los cambios físicos en la menopausia pueden afectar la vida cotidiana de muchas maneras. Por ejemplo, los sofocos y los sudores nocturnos pueden interferir en el trabajo y las actividades sociales. La sequedad vaginal puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o dolorosas. Además, los cambios en la piel y el cabello pueden afectar la autoestima y la confianza en sí misma. Es importante hablar con un médico si experimentas síntomas que afecten tu calidad de vida.
Consejos para lidiar con la menopausia
Es importante entender que ciertos síntomas se pueden si no evitar, retardar y disminuir. Por ello, es fundamental adoptar un enfoque holístico para abordar los cambios físicos en la menopausia. Esto incluye cuidar la alimentación, practicar ejercicio regularmente y buscar el apoyo necesario. Una dieta equilibrada y rica en calcio y vitamina D puede ayudar a mantener la salud ósea.
El ejercicio regular puede ayudar a aliviar muchos de los síntomas asociados con los cambios físicos en la menopausia. Sin duda, caminar, nadar o practicar yoga, puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la salud cardiovascular.
Igualmente, el ejercicio también puede ayudar a mantener un peso saludable y a mejorar la salud mental y emocional. Por ello, hay que intentar incorporar al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
Además, buscar el apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser beneficioso para manejar los cambios emocionales que pueden surgir durante la menopausia.
Los cambios físicos en la menopausia son una parte natural del proceso de envejecimiento de la mujer. Sin embargo, con el conocimiento adecuado y los cuidados necesarios, es posible atravesar esta etapa de manera saludable y plena. Y recuerda que es importante hablar con un médico si experimentas síntomas graves o si tienes preocupaciones sobre tu salud durante la menopausia.
En Menopausia en Forma, estamos aquí para ayudarte a enfrentar la menopausia con confianza y vitalidad. Y recuerda, los cambios físicos en la menopausia no son sinónimo de vejez sino de transición.
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