Porque, si de algo estoy convencida totalmente, es que el deseo necesita una pareja perfecta de baile: la convicción. Pues solo cuando la tienes es cuando se despierta definitivamente la determinación y la posibilidad de lograr aquello que anhelas. 

A los 21 años comencé mi faceta profesional después de diplomarme en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Cantabria, y no pasaron muchos más cuando fui consciente de que, para cambiar hábitos, el deseo de querer hacerlo no es suficiente. 

Contradecir lo establecido, a veces es divertido. El refranero nos dice que “querer es poder”. Pero la realidad es que creer que puedes es el poder verdadero, pues te da la capacidad para lograr cualquier cosa que te propongas y por la que luches, aprendiendo después lo que sea que puedas necesitar.

Siento que despliego lo mejor de mí cuando me rodeo de personas brillantes, y de ahí mi atracción por la comunicación, la neurociencia y todo lo relacionado con el mundo de las relaciones interpersonales, gestión de recursos humanos, desarrollo personal y liderazgo. 

Desde pequeña, el movimiento ha sido una herramienta en la que me he apoyado para conquistar mi timidez. Cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, siempre respondía que bailarina, ¡pues me rechifla bailar! En el colegio, participé en todos los deportes de equipo que se practicaban. El voleibol me gustaba mucho, pero ser portera de balonmano, sin duda, era lo mío. Hoy, soy maratoniana popular y disfruto del deporte del running siempre que me es posible, ayudando a que otras mujeres también se sientan mejor, más vivas y saludables, gracias a este deporte universal que todos podemos disfrutar.

Como buena acuariana que soy siempre tengo mil planes en la cabeza, aunque un freno que me ayuda a ordenarlos es mi gran sentido de la responsabilidad.

Y en lo que respecta a mi profesión de enfermera, puedo definirme con un objeto y en una frase: Soy una enfermera de tipo “despertador”, porque trato, por encima de todo, de ayudar a las personas a despertar la  determinación y confianza en que pueden hacer realidad sus sueños.

Muchas gracias por leerme hasta aquí, y deseo de todo corazón que tu historia también nos la compartas y que podamos conocernos, aprender y mejorar juntas. ¡Bienvenida a Menopausia en forma!